Independiente desató una tormenta en el fútbol sudamericano con un comunicado explosivo contra la Conmebol tras su descalificación de la Copa Sudamericana. El castigo incluyó además multas económicas y 14 partidos sin público por los incidentes con Universidad de Chile.
En este clima, se produjo una reunión en Ezeiza entre Néstor Grindetti y Claudio Tapia. Allí se habría planteado que el tono del comunicado no ayuda a la relación con el organismo, aunque se dejó abierta la posibilidad de mediar en el conflicto.
Desde Avellaneda transmitieron su enojo al no sentir respaldo de la AFA ni del fútbol argentino. Para la dirigencia, el fallo es de los más severos de la historia del organismo continental.
El comunicado acusó a Alejandro Domínguez de favorecer a las Sociedades Anónimas Deportivas y reclamó retirar del museo de la Conmebol todo objeto vinculado al club hasta que termine su mandato.
Estrategia y reclamo final
Independiente buscará reducir las sanciones económicas y la prohibición de público, además de exigir que la revisión del fallo se haga antes de los cuartos de final. La dirigencia sostiene que el verdadero beneficiado fue la U de Chile y considera que la decisión es una injusticia deportiva.